Apunto sólo algunas ideas, desde un punto de vista meramente descriptivo:
- Si el fichaje de Mourinho es bueno o no, los resultados lo dirán. Lo hemos dicho muchas veces: al éxito (y al fracaso) siempre se le encuentran justificación. El problema de toda decisión de gestión es que se sustenta en unas expectativas, y luego, las expectativas se cumplen o no. Es el riesgo de toda inversión, como la vida misma.
- Hace un año el nuevo equipo directivo del Real Madrid apostó por un entrenador, Pellegrini, y un año después el chileno está fuera. ¿Fracaso del entrenador o del equipo directivo que le fichó? Algunos dirán que los directivos se equivocan y otros que ese equipo directivo no es válido. Cuestión de gustos, cuestión de interpretaciones... como la vida misma. Lo que sí sé se echa en falta en el fútbol falta un alto componente de retribución variable, tanto para jugadores como para directivos, que cuando los resultados no sean los esperados vean reducirse su nómina en un componente significativo.
- La llegada de Mourinho viene avalada por su trayectoria pasada en el Inter, Chelsea y Oporto. 18 títulos adornan su currículum, pero como sucede en la vida misma, resultados pasados no son garantía de resultados futuros. Cada desafío es un nuevo reto en el que hay que dar la cara, y ningún desafío es fácil. Pensar lo contrario es ingenuidad.
- Todo éxito (o fracaso) es en términos comparativos. Por eso, a pesar de que el Real Madrid ha sumado el mayor número de puntos de su historia en la Liga, el Barcelona ha sido el campeón. ¿Qué quiero decir? Que no basta ser bueno (o muy bueno) sino mejor que el resto. Camacho dijo en una ocasión: "El principal problema del Madrid es el Barça". Lo bien o mal que lo haga el Madrid de Mourinho estará condicionado por lo bien o mal que lo haga el Barcelona de Pep.
- Con independencia de los resultados, Mourinho se va a beneficiar de una cosa: del trabajo hecho por Pellegrini. Al inicio de temporada llegaron nuevos jugadores (CR, Kaká, Benzema... hasta ocho) y nuevo entrenador y todo ese engranaje era necesario engrasarlo. Como decía Di Stéfano: "El fútbol no se juega sólo en el campo, se juega conociendo al compañero, al que más asiduamente tienes al lado; la colectividad hay que hacerla a base de entendimientos personales, el hablar, el charlar , el estar, no es sólo cuestión de ir a entrenar todos los días, es cuestión de convivir. Y ahí sale el entendimiento cerebral de los individuos, se sabe como respira el compañero, se sabe cómo funciona, sabes los movimientos, cómo se apoya, dónde mira...". Esa labor está hecha y no es peccata minuta.
- Al Real Madrid se le juzgará, fundamentalmente, por su trayectoria en la Champions League, que es donde compite de igual a igual con otros equipos de similares presupuestos y es donde tiene que demostrar que es un "grande". Sabemos que a partir de Octavos, el pase a la siguiente ronda de la competición es eliminatoria, y a partido de ida-vuelta cualquier error -arbitral, defensivo, etc- se paga carísimo. Por mucho equipo que se tenga, el éxito hay que ganárselo con sangre, sudor y lágrimas.
- Muchas veces el problema no es ganar o perder, sino el exceso de expectativas. Creer que con un nombre (Real Madrid) y con nombres (CR, Kaká, Higuaín...) se ganan títulos es una ingenuidad. La autocomplacencia es peligrosísima. Detrás de cualquier logro destacable hay mucha reciedumbre, concentración, labor de equipo, comunicación, ilusión, liderazgo, estudio de los contrarios, estado de ánimo, etc, etc, etc.
- El fútbol, como la vida, es ilusión, porque siempre que hay cambios sabiendo que previamente no ha habido éxitos, todo parece de color rosa. Ocurre habitualmente cuando comienza una nueva temporada. Esperanza a la enésima potencia que muchas veces carece de fundamento racional.
Sólo me queda una duda respecto al futuro: si Mourinho no ganase ningún título, ¿qué pasaría?
* Este post aparece en el blog "Aprende del Deporte" (@aprendeldeporte) y "Sportyou" (@sportyou)
- Si el fichaje de Mourinho es bueno o no, los resultados lo dirán. Lo hemos dicho muchas veces: al éxito (y al fracaso) siempre se le encuentran justificación. El problema de toda decisión de gestión es que se sustenta en unas expectativas, y luego, las expectativas se cumplen o no. Es el riesgo de toda inversión, como la vida misma.
- Hace un año el nuevo equipo directivo del Real Madrid apostó por un entrenador, Pellegrini, y un año después el chileno está fuera. ¿Fracaso del entrenador o del equipo directivo que le fichó? Algunos dirán que los directivos se equivocan y otros que ese equipo directivo no es válido. Cuestión de gustos, cuestión de interpretaciones... como la vida misma. Lo que sí sé se echa en falta en el fútbol falta un alto componente de retribución variable, tanto para jugadores como para directivos, que cuando los resultados no sean los esperados vean reducirse su nómina en un componente significativo.
- La llegada de Mourinho viene avalada por su trayectoria pasada en el Inter, Chelsea y Oporto. 18 títulos adornan su currículum, pero como sucede en la vida misma, resultados pasados no son garantía de resultados futuros. Cada desafío es un nuevo reto en el que hay que dar la cara, y ningún desafío es fácil. Pensar lo contrario es ingenuidad.
- Todo éxito (o fracaso) es en términos comparativos. Por eso, a pesar de que el Real Madrid ha sumado el mayor número de puntos de su historia en la Liga, el Barcelona ha sido el campeón. ¿Qué quiero decir? Que no basta ser bueno (o muy bueno) sino mejor que el resto. Camacho dijo en una ocasión: "El principal problema del Madrid es el Barça". Lo bien o mal que lo haga el Madrid de Mourinho estará condicionado por lo bien o mal que lo haga el Barcelona de Pep.
- Con independencia de los resultados, Mourinho se va a beneficiar de una cosa: del trabajo hecho por Pellegrini. Al inicio de temporada llegaron nuevos jugadores (CR, Kaká, Benzema... hasta ocho) y nuevo entrenador y todo ese engranaje era necesario engrasarlo. Como decía Di Stéfano: "El fútbol no se juega sólo en el campo, se juega conociendo al compañero, al que más asiduamente tienes al lado; la colectividad hay que hacerla a base de entendimientos personales, el hablar, el charlar , el estar, no es sólo cuestión de ir a entrenar todos los días, es cuestión de convivir. Y ahí sale el entendimiento cerebral de los individuos, se sabe como respira el compañero, se sabe cómo funciona, sabes los movimientos, cómo se apoya, dónde mira...". Esa labor está hecha y no es peccata minuta.
- Al Real Madrid se le juzgará, fundamentalmente, por su trayectoria en la Champions League, que es donde compite de igual a igual con otros equipos de similares presupuestos y es donde tiene que demostrar que es un "grande". Sabemos que a partir de Octavos, el pase a la siguiente ronda de la competición es eliminatoria, y a partido de ida-vuelta cualquier error -arbitral, defensivo, etc- se paga carísimo. Por mucho equipo que se tenga, el éxito hay que ganárselo con sangre, sudor y lágrimas.
- Muchas veces el problema no es ganar o perder, sino el exceso de expectativas. Creer que con un nombre (Real Madrid) y con nombres (CR, Kaká, Higuaín...) se ganan títulos es una ingenuidad. La autocomplacencia es peligrosísima. Detrás de cualquier logro destacable hay mucha reciedumbre, concentración, labor de equipo, comunicación, ilusión, liderazgo, estudio de los contrarios, estado de ánimo, etc, etc, etc.
- El fútbol, como la vida, es ilusión, porque siempre que hay cambios sabiendo que previamente no ha habido éxitos, todo parece de color rosa. Ocurre habitualmente cuando comienza una nueva temporada. Esperanza a la enésima potencia que muchas veces carece de fundamento racional.
Sólo me queda una duda respecto al futuro: si Mourinho no ganase ningún título, ¿qué pasaría?
* Este post aparece en el blog "Aprende del Deporte" (@aprendeldeporte) y "Sportyou" (@sportyou)
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