FÚTBOL: FENÓMENO DE FENÓMENOS: Libro

Libro

Os dejo un breve resumen del libro Fútbol: Fenómeno de Fenómenos:

Decía un periodista alemán que "el mundo es redondo porque Dios es hincha del fútbol"; una frase que refleja muy bien lo que representa este deporte ya que no hay fenómeno en el mundo con la capacidad de influir en tantos ámbitos (política, economía, sociedad, cultura...) y en tantos países al mismo tiempo.

EL FÚTBOL COMO FENÓMENO SOCIAL: Muchos sociólogos hablan del "homo futbolisticus", y los datos así lo avalan: el Marca es el periódico más leído; 8 de los 10 programas más vistos en la historia de la televisión corresponden a partidos de fútbol; para el 40% de los británicos la persona que debería estar en las libras esterlinas es David Beckham; y el tour por el Bernabéu (vestuarios, palco, sala trofeos, etc.) es el cuarto lugar más visitado de Madrid (después del Prado, Thyssen y Reina Sofía) y está entre los once sitios más frecuentados de España.

Algunos estudios, incluso, ponen de manifiesto la incidencia de los resultados deportivos del fin de semana en los estados de ánimo de los aficionados y, como consecuencia, en la productividad laboral. Vicente Verdú escribía: "Si tu equipo gana, el lunes será menos lunes"; una especie de euforia que se traduce en un mejor ánimo que afecta positivamente al rendimiento; y lo contrario cuando el equipo pierde: el aficionado se deprime y el desempeño se resiente. Julio Ramón Ribeyro lo expresaba magistralmente: "Quien no conoce las tristezas deportivas no sabe nada de la tristeza".

EL FÚTBOL COMO FENÓMENO ECONÓMICO: Si el fútbol fuese un país sería la 17ª economía del mundo. Sólo en España entre efectos "directos" (taquilla, abonos, etc) e "indirectos" (alojamiento, billetes de avión, etc) genera 9.000 millones de euros; el Estado ingresa gracias al balón entre seguridad social e impuestos más de 1.000 millones de euros; la Quiniela recauda cada jornada 13 millones por jornada; y las apuestas deportivas en la red ya facturan en nuestro país 800 millones euros, el 70% producto del fútbol.

La liga española ha pasado a denominarse Liga BBVA y muchas entidades financieras, aprovechando el tirón del fútbol, han lanzado productos de ahorro (depósitos, tarjetas, fondos de inversión...) en los que se vincula la rentabilidad a los goles marcados, partidos ganados o puntos conseguidos. En Europa cotizan cerca de 30 clubes en Bolsa y cada vez es más frecuente la llegada de empresarios al fútbol conocedores de la notoriedad que éste proporciona. Vázquez Montalbán apuntaba: "El fútbol considerado el opio del pueblo en tiempos de dictaduras se ha convertido en la droga dura de las democracias".

EL FÚTBOL COMO FENÓMENO POLÍTICO: A lo largo de la historia, la relación entre el fútbol y la política ha sido muy estrecha; hoy día, aunque más sutilmente, el vínculo sigue vivo como se pudo comprobar durante la última final de la Copa del Rey entre dos clubes de provincias con reivindicaciones nacionalistas: Bilbao y Barcelona. La no retransmisión del himno nacional dio lugar a una gran polémica y al día siguiente la vicepresidenta del gobierno precisaba "que no se debía mezclar deporte y política".

En épocas pasadas, los dictadores europeos (Mussolini, Hitler o Franco) sabían que el fútbol era un deporte masivo que contaba con el apoyo popular, y, por tanto, un buen lugar donde dirigirse para transmitir su ideología al tiempo que era usado como "droga social" para mantener a la gente en estado de calma política. También en Sudamérica, una zona agobiada por su pasado político y económico, el fútbol ha sido un recurso habitual para vincular éxitos "futbolísticos" con éxitos "políticos". Brasil, Argentina o Uruguay son tres ejemplos de ellos. Igualmente, el fútbol ha servido de “trampolín” para dar el “salto” a la política: Berlusconi, Gil o Mauricio Macri, son los casos más conocidos. Primero se alzaron como figuras de éxito de sus respectivos clubes (Milán, Atlético de Madrid y Boca Juniors) y posteriormente conquistaron la esfera pública. Macri manifestaba: "Hay mucha gente que tiene más talento que yo, pero ellos no tienen la visibilidad que provee el fútbol".

EL FÚTBOL COMO FENÓMENO CULTURAL: La pasión que suscita el balón entre los ciudadanos ha despertado el interés de muchos artistas por captar lo que este fenómeno difícilmente explicable representa. Cine, literatura, escultura, pintura, teatro o música, han rendido tributo al fútbol. La filosofía también se ha fijado en el deporte rey dando lugar a nueva disciplina –la futbolsofía– que busca reflexionar y encontrar respuestas a las grandes preguntas a través del fútbol. Para algunos, incluso, es posible considerar al fútbol como un arte per se al que se ha venido a calificar como "poesía en movimiento". El fútbol, afirmaba el escritor uruguayo Eduardo Galeano, "es una alegría de los ojos que lo miran; es un espectáculo de rara belleza, una combinación de danza con pelota de alta hermosura".

EL FÚTBOL COMO FENÓMENO SOLIDARIO: Donde hay desgracias el fútbol es una de las primeras alternativas a las que se acude. El motivo es sencillo: es una gran caja de resonancia cuyo poder y rapidez de convocatoria es inigualable; un gran agitador de conciencias con capacidad para penetrar con sus mensajes en todos los ámbitos y en todas las instancias. La familia fútbol ha prestado su apoyo a todo tipo de causas: contra la pobreza, la violencia de género, los accidentes de tráfico, la guerra, la droga... Además, la solidaridad del balón también queda patente al haber desarrollado diferentes modalidades de juego (Fútbol sala, Fútbol–7, Fútbol playa, Goalball...) para que su práctica se adapte a las condiciones particulares de todos los colectivos (niños, adultos, mayores..), entre ellos, los discapacitados, como sucede con el Goalball, el fútbol para invidentes.

EL FÚTBOL COMO FENÓMENO EDUCATIVO: El fútbol es la mejor herramienta pedagógica que existe porque uno aprende mientras juega y se divierte. Tiene la facultad de enseñar sin que el beneficiado sea consciente. Además, exige poner en práctica valores como el trabajo en equipo, la solidaridad, la generosidad, la disciplina, la aceptación de la derrota o el juego limpio. Gracias a ello luego resulta más fácil trasladar todos estos valores –de enorme utilidad– a nuestra vida diaria. El Premio Nobel Albert Camus señaló: "Después de muchos años en que el mundo me ha permitido diversas experiencias, lo que más sé acerca de moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol".

En resumen, y como afirmase el mítico Bill Shankly, "el fútbol no es una cuestión de vida o muerte, es mucho más que eso".