Dejo un artículo que publico hoy en el diario Cinco Días con el título: "Duelo de titanes en la Liga". Dice así:
Este sábado comienza la Liga. Todo apunta a que el duelo entre Madrid y Barcelona marcará la tónica del campeonato. Pero, ¿qué tienen a favor y en contra blancos y culés?
Real Madrid
Entre los aliados del club merengue destacan:
Talento: La incorporación de grandes jugadores (Kaká, Cristiano Ronaldo, Xabi Alonso, Benzema, Granero) junto a otros ya consolidados (Casillas, Sergio Ramos, Raúl) hacen que la materia prima sea excelente para que un cocinero de la talla de Pellegrini haga un buen guiso.
Motivación: el hambre procede muchas veces de la necesidad, que en este caso es aún mayor dado los logros alcanzados por el eterno rival la pasada temporada. La ilusión por "saldar cuentas" harán que el compromiso, variable crítica del éxito, esté en máximos.
Unión: A pesar de la llegada de futbolistas de renombre, los egos no serán de momento un problema. La soberbia tiende a manifestarse con el éxito al aparecer las inevitables comparaciones por ver quién es el que más aporta. En periodos de sequía todos están dispuestos a arrimar el hombro y ser uno más. El triplete del Barça ha escocido tanto que los jugadores están fuertemente alineados en torno a un objetivo común.
Los mayores retos a los que tienen que hacer frente los madridistas son:
Equipo: Una buena plantilla no garantiza un buen equipo. Es el primer desafío que tiene Pellegrini, acoplar todas las piezas del puzzle para que casen. No será fácil. Todo proyecto necesita de un periodo de adaptación hasta que empieza a marchar.
Expectativas: La ansiada vuelta de Florentino Pérez, un entrenador de prestigio y 250 millones de euros en fichajes (94 de ellos para el más caro de la historia), hacen que la afición no se conforme con cualquier cosa. Las expectativas están muy altas y ello incrementa notablemente la presión.
Cortoplacismo: En el fútbol, la necesidad de resultados inmediatos es asfixiante, y en épocas de vacas flacas esa necesidad es mayor. Los de Chamartín están obligados a comenzar el campeonato con buen pié, porque de encadenar varias derrotas seguidas, los nervios y dudas harían acto de presencia dañando la tranquilidad necesaria para el buen gobierno poniendo en peligro la consolidación del proyecto diseñado.
FC Barcelona
Por su parte, los de Guardiola tienen a su favor:
Estabilidad: La plantilla es prácticamente la misma que hace un año, lo que favorece que en el vestuario catalán reine el "buen rollo": los jugadores se conocen, se complementan y hay feeling, ingredientes básicos para que la armonía no se resienta.
Cantera: muchos e importantes futbolistas (Valdés, Puyol, Piqué, Iniesta, Xavi, Busquets y Messi) proceden de las categorías inferiores, y el propio director de orquesta, Pep, también se crío en La Masía. El orgullo de pertenencia es grande y, por tanto, las bases sobre las que cimenta el equipo son sólidas, lo que hace más complicado que esa estructura se desmorone.
Inercia: el Barcelona tiene velocidad de crucero. Ganó todo el curso pasado y ha empezado el nuevo igual de bien conquistando la Supercopa de España. La maquinaria está bien engrasada, cosa que todavía no sucede con el club merengue.
Por el contrario, los principales escollos a salvar son:
Éxito: Toda organización, antes o después, tiende a caer en la autocomplacencia. No es nada sencillo mantener la intensidad y la concentración de manera continuada. Es el gran inconveniente que tendrán que sortear los culés.
Presión: El problema de ganar títulos y con buen juego es que el público se acostumbra rápido y el listón se coloca cada vez más alto; ello aumenta la presión y la posibilidad de que los conflictos aparezcan. En este contexto, la figura del entrenador juega un papel clave para evitar que la convivencia se altere.
Derrotas: los barcelonistas también tienen la necesidad de comenzar la Liga con victorias; de otro modo muchos empezarán a buscar excusas para quejarse (acomodamiento, escasez de fichajes, fichas millonarias) y podrían empezar a surgir tensiones molestas que hagan tambalear la estabilidad.
En resumen, nueve meses de campeonato apasionantes en los que Madrid y Barcelona tendrán que dar lo mejor para alzarse con el título.
Este sábado comienza la Liga. Todo apunta a que el duelo entre Madrid y Barcelona marcará la tónica del campeonato. Pero, ¿qué tienen a favor y en contra blancos y culés?
Real Madrid
Entre los aliados del club merengue destacan:
Talento: La incorporación de grandes jugadores (Kaká, Cristiano Ronaldo, Xabi Alonso, Benzema, Granero) junto a otros ya consolidados (Casillas, Sergio Ramos, Raúl) hacen que la materia prima sea excelente para que un cocinero de la talla de Pellegrini haga un buen guiso.
Motivación: el hambre procede muchas veces de la necesidad, que en este caso es aún mayor dado los logros alcanzados por el eterno rival la pasada temporada. La ilusión por "saldar cuentas" harán que el compromiso, variable crítica del éxito, esté en máximos.
Unión: A pesar de la llegada de futbolistas de renombre, los egos no serán de momento un problema. La soberbia tiende a manifestarse con el éxito al aparecer las inevitables comparaciones por ver quién es el que más aporta. En periodos de sequía todos están dispuestos a arrimar el hombro y ser uno más. El triplete del Barça ha escocido tanto que los jugadores están fuertemente alineados en torno a un objetivo común.
Los mayores retos a los que tienen que hacer frente los madridistas son:
Equipo: Una buena plantilla no garantiza un buen equipo. Es el primer desafío que tiene Pellegrini, acoplar todas las piezas del puzzle para que casen. No será fácil. Todo proyecto necesita de un periodo de adaptación hasta que empieza a marchar.
Expectativas: La ansiada vuelta de Florentino Pérez, un entrenador de prestigio y 250 millones de euros en fichajes (94 de ellos para el más caro de la historia), hacen que la afición no se conforme con cualquier cosa. Las expectativas están muy altas y ello incrementa notablemente la presión.
Cortoplacismo: En el fútbol, la necesidad de resultados inmediatos es asfixiante, y en épocas de vacas flacas esa necesidad es mayor. Los de Chamartín están obligados a comenzar el campeonato con buen pié, porque de encadenar varias derrotas seguidas, los nervios y dudas harían acto de presencia dañando la tranquilidad necesaria para el buen gobierno poniendo en peligro la consolidación del proyecto diseñado.
FC Barcelona
Por su parte, los de Guardiola tienen a su favor:
Estabilidad: La plantilla es prácticamente la misma que hace un año, lo que favorece que en el vestuario catalán reine el "buen rollo": los jugadores se conocen, se complementan y hay feeling, ingredientes básicos para que la armonía no se resienta.
Cantera: muchos e importantes futbolistas (Valdés, Puyol, Piqué, Iniesta, Xavi, Busquets y Messi) proceden de las categorías inferiores, y el propio director de orquesta, Pep, también se crío en La Masía. El orgullo de pertenencia es grande y, por tanto, las bases sobre las que cimenta el equipo son sólidas, lo que hace más complicado que esa estructura se desmorone.
Inercia: el Barcelona tiene velocidad de crucero. Ganó todo el curso pasado y ha empezado el nuevo igual de bien conquistando la Supercopa de España. La maquinaria está bien engrasada, cosa que todavía no sucede con el club merengue.
Por el contrario, los principales escollos a salvar son:
Éxito: Toda organización, antes o después, tiende a caer en la autocomplacencia. No es nada sencillo mantener la intensidad y la concentración de manera continuada. Es el gran inconveniente que tendrán que sortear los culés.
Presión: El problema de ganar títulos y con buen juego es que el público se acostumbra rápido y el listón se coloca cada vez más alto; ello aumenta la presión y la posibilidad de que los conflictos aparezcan. En este contexto, la figura del entrenador juega un papel clave para evitar que la convivencia se altere.
Derrotas: los barcelonistas también tienen la necesidad de comenzar la Liga con victorias; de otro modo muchos empezarán a buscar excusas para quejarse (acomodamiento, escasez de fichajes, fichas millonarias) y podrían empezar a surgir tensiones molestas que hagan tambalear la estabilidad.
En resumen, nueve meses de campeonato apasionantes en los que Madrid y Barcelona tendrán que dar lo mejor para alzarse con el título.
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